El té es amado por la gente de todo el mundo.
Tanto el té verde como el negro se elaboran a partir de las hojas de la planta Camellia sinensis.
La diferencia clave entre ambos es que el té negro está oxidado y el té verde no.
Para hacer té negro, primero se enrollan las hojas y luego se exponen al aire para desencadenar el proceso de oxidación. Esta reacción hace que las hojas se vuelvan de color marrón oscuro y permite que los sabores se acentúen e intensifiquen.
Por otro lado, el té verde se procesa para evitar la oxidación y, por tanto, tiene un color mucho más claro que el té negro.
Este artículo explora la investigación que hay detrás del té verde y del té negro para determinar cuál es más saludable.
Beneficios compartidos del té verde y del té negro
Aunque el té verde y el negro son diferentes, pueden aportar algunos de los mismos beneficios para la salud.
El té verde y el té negro pueden proteger tu corazón
Tanto el té verde como el negro son ricos en un grupo de antioxidantes protectores llamados polifenoles.
En concreto, contienen flavonoides, un subgrupo de polifenoles.
Sin embargo, el tipo y la cantidad de flavonoides que contienen difieren. Por ejemplo, el té verde contiene una cantidad mucho mayor de epigalocatequina-3-galato (EGCG), mientras que el té negro es una fuente rica en teaflavinas.
Se cree que los flavonoides del té verde y negro protegen tu corazón.
Un estudio en animales descubrió que el té verde y el té negro eran igualmente eficaces para prevenir la formación de placas en los vasos sanguíneos en un 26% con la dosis más baja y hasta un 68% con la dosis más alta.
El estudio también descubrió que ambos tipos de té ayudaban a reducir el colesterol LDL (malo) y los triglicéridos.
Es más, dos revisiones que examinaron más de 10 estudios de calidad cada una descubrieron que beber té verde y negro puede reducir tu presión arterial.
Además, otra revisión de los estudios sobre el té verde descubrió que las personas que bebían de 1 a 3 tazas al día tenían un 19% y un 36% menos de riesgo de sufrir un ataque al corazón y un ictus, respectivamente, en comparación con los que tomaban menos de 1 taza de té verde al día.
Del mismo modo, beber al menos 3 tazas de té negro podría reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas en un 11%.
El té verde y el té negro pueden potenciar la función cerebral
Tanto el té verde como el negro contienen cafeína, un conocido estimulante.
El té verde contiene menos cafeína que el té negro: unos 35 mg por taza de 230 ml, frente a los 39-109 mg de la misma ración de té negro.
La cafeína estimula tu sistema nervioso bloqueando el neurotransmisor inhibidor adenosina. También ayuda a la liberación de neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo, como la dopamina y la serotonina.
Como resultado, la cafeína puede aumentar el estado de alerta, el estado de ánimo, la vigilancia, el tiempo de reacción y el recuerdo a corto plazo.
Los tés verdes y negros también contienen el aminoácido L-teanina, que no está presente en el café.
Se cree que la L-teanina atraviesa la barrera hematoencefálica y desencadena la liberación de un neurotransmisor inhibidor en el cerebro llamado ácido gamma-aminobutírico (GABA), que provoca un estado de relajación pero de alerta.
Al mismo tiempo, favorece la liberación de las hormonas dopamina y serotonina que mejoran el estado de ánimo.
Se cree que la L-teanina equilibra los efectos de la cafeína. La combinación de estas dos sustancias puede ser incluso sinérgica, ya que un estudio descubrió que las personas que ingerían L-teanina y cafeína juntas tenían mejor atención que cuando se utilizaba cualquiera de ellas por separado.
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En general, hay algo más de L-teanina en el té verde que en el té negro, aunque las cantidades pueden variar considerablemente.
Tanto el té verde como el té negro son excelentes alternativas al café para quienes desean levantar el ánimo sin la inquietud reveladora del café.
Resumen: El té verde y el té negro contienen polifenoles que tienen fuertes efectos antioxidantes, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Además, ambos tienen cafeína para aumentar el estado de alerta y la concentración y L-teanina, que libera el estrés y calma tu cuerpo.
El té verde es rico en el poderoso antioxidante EGCG
El té verde es una excelente fuente del potente antioxidante epigalocatequina-3-galato (EGCG).
Aunque el té verde contiene otros polifenoles, como la catequina y el ácido gálico, se considera que el EGCG es el más potente y probablemente el responsable de muchos de los beneficios del té verde para la salud.
Aquí tienes una lista de los posibles beneficios del EGCG del té verde:
- Cáncer. Los estudios de probeta han descubierto que el EGCG del té verde puede inhibir la multiplicación de las células cancerosas y provocar la muerte de las mismas.
- Enfermedad de Alzheimer. El EGCG puede reducir los efectos nocivos de las placas amiloides, que se acumulan en los pacientes de Alzheimer.
- Anti-fatiga. Un estudio descubrió que los ratones que consumían una bebida que contenía EGCG tenían tiempos de natación prolongados antes del agotamiento, en comparación con los que bebían agua.
- Protección del hígado. Se ha demostrado que el EGCG reduce el desarrollo de hígado graso en ratones con una dieta alta en grasas.
- Antimicrobiano. Este antioxidante puede dañar las paredes celulares de las bacterias e incluso puede reducir la transmisión de algunos virus.
- Calmante. Puede interactuar con los receptores de tu cerebro para ejercer un efecto calmante en tu cuerpo.
Aunque la mayor parte de la investigación sobre el EGCG del té verde se ha llevado a cabo en estudios de probeta o en animales, los hallazgos dan credibilidad a los beneficios del consumo de té verde de los que se viene hablando desde hace tiempo.
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Resumen: El té verde contiene EGCG, un antioxidante que los estudios de probeta y en animales han demostrado que puede combatir el cáncer y las células bacterianas y proteger tu cerebro e hígado.
El té negro contiene teaflavinas beneficiosas
Las teaflavinas son un grupo de polifenoles exclusivos del té negro.
Se forman durante el proceso de oxidación y representan el 3-6% de todos los polifenoles del té negro.
Las teaflavinas parecen ofrecer muchos beneficios para la salud, todos ellos relacionados con su capacidad antioxidante.
Estos polifenoles pueden proteger las células grasas del daño de los radicales libres y pueden apoyar la producción natural de antioxidantes de tu cuerpo.
Además, pueden proteger tu corazón y tus vasos sanguíneos.
Un estudio en animales descubrió que las teaflavinas pueden reducir el riesgo de formación de placas en los vasos sanguíneos al reducir la inflamación y aumentar la disponibilidad del óxido nítrico, que ayuda a la dilatación de los vasos sanguíneos.
Además, se ha demostrado que las teaflavinas reducen significativamente los niveles de colesterol y de azúcar en sangre.
Incluso pueden promover la descomposición de la grasa y se han recomendado como una ayuda potencial para el control de la obesidad.
Las teaflavinas del té negro pueden tener la misma capacidad antioxidante que los polifenoles del té verde.
Resumen: Las teaflavinas son exclusivas del té negro. Gracias a sus efectos antioxidantes, pueden mejorar la función de los vasos sanguíneos y favorecer la pérdida de grasa.
¿Cuál debes beber?
El té verde y el té negro ofrecen beneficios similares.
Aunque difieren en su composición de polifenoles, pueden otorgar los mismos efectos beneficiosos sobre la función de los vasos sanguíneos.
La mayoría de las investigaciones indican que el té verde tiene propiedades antioxidantes más fuertes que el té negro, pero un estudio descubrió que los tés verdes y negros presentaban capacidades antioxidantes igualmente eficaces.
Aunque ambos contienen cafeína, el té negro suele tener más, por lo que el verde es la mejor opción para las personas sensibles a este estimulante. Además, el té verde contiene más L-teanina, un aminoácido que es calmante y puede equilibrar los efectos de la cafeína.
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Sin embargo, si buscas un impulso de cafeína que no sea tan fuerte como el café, el té negro podría ser una gran opción para ti.
Ten en cuenta que tanto el té negro como el verde contienen taninos, que pueden unirse a los minerales y reducir su capacidad de absorción. Por tanto, es mejor consumir el té entre las comidas.
Resumen: El té verde puede tener un perfil antioxidante ligeramente mejor que el té negro, pero el té negro es mejor si quieres un potente subidón de cafeína.
El resultado final
El té verde y el té negro aportan beneficios similares para la salud, incluso para el corazón y el cerebro.
Aunque el té verde puede contener antioxidantes más potentes, las pruebas no favorecen fuertemente a un té sobre el otro.
Ambos contienen el estimulante cafeína y L-teanina, que tiene un efecto calmante.
En resumen, ambos son grandes adiciones a tu dieta.
